14 de octubre de 2017

Preguntas que puedes hacerte si estás pensándote la maternidad o la paternidad


Black Beanie, de Loui Jover 


Si estás pensando en ser madre (o padre), pero estás hecha un lío, aquí unas preguntas que a mí me ayudaron en mi proceso cuando quise ser mamá y que quizás pueda ayudaros a vosotras:

1. Todas andamos escasas de tiempo, ¿estás dispuesta/o a hacerle un hueco a tu bebé de 16 a 20 horas cada día? Yo antes de quedarme embarazada pensaba que los bebés dormían todo el día o se quedaban como muebles mirando a la pared mientras tú trabajas, pero no. Son seres que necesitan contacto físico permanente, y si toman teta, quieren teta a todas horas. Les gusta estar en brazos todo el día: protestan en cuanto intentas aparcarles en el corralito, en la hamaca para bebés o en la cuna. Quieren estar en tus brazos, cerca de ti, tener toda tu atención. Necesitan mimos, estímulos, juegos, canciones, sonrisas, y necesitan sentirse queridos, protegidos y seguros. Como cualquier cachorro del reino animal.

Si ni tú ni tu pareja podéis dedicarle tiempo, es importante que tengáis en cuenta cómo le afectara al bebé el estar todo el día lejos de vosotros, y cómo se sentirá con otras personas. 


2. ¿Cómo te sientes con la presión social, y con la presión biológica? ¿Cómo te sientes frente a la tiranía del "qué dirán"?, ¿cuánto te afectan la opinión y los comentarios de los demás? Es una buena pregunta para intentar ver si lo de ser madre es un deseo propio tuyo, o es un deseo/imposición de los demás. Puedes preguntarte por qué todo el mundo quiere verte con un bebé en brazos, y por qué son las mismas personas que te presionaban en su día para que te echaras pareja y te casaras. Son los mismos que nunca van a ir a echarte una mano en la crianza. Simplemente quieren verte con un bebé, y que tú te las apañes como puedas. Puedes preguntarte también por qué a los hombres no se les presiona tanto para que tengan bebés. Puedes preguntarte también si realmente te importa lo que opinen los demás, y si te sirve de algo pensar en ellos para diseñar tu vida. Es importante tener en cuenta que la presión social sirve para que te sometas y obedezcas los mandatos del patriarcado: busca el amor, cásate, ten hijos.  Y aunque lo hagas, nunca van a dejar de criticar y comentar, así que, mejor olvidarse de lo que esperan los demás de ti.


3. ¿Estás preparada para los tremendos cambios hormonales, químicos, físicos y emocionales que vas a experimentar con tu cuerpo?, ¿ya estás visualizando la piel de naranja, los descolgamientos, las celulitis, arrugas y canas que llegan con la maternidad cuando lo has dejado para muy tarde?. ¿Has considerado la posibilidad de que jamás recuperes tu figura de antes y que te importe una mierda, o te hunda la autoestima? ¿Te sientes con fuerzas para dormir poco durante años, para gatear, para arrastrarte por el suelo, para agacharte cien mil veces al día, para jugar mil horas al día, para ir sucia todo el tiempo, para ver las montañas de ropa limpia que tienes que doblar y guardar en los armarios, y para acumular la gigantesca energía que requiere la crianza de un bebé?


4 ¿Te sientes generosa con tu tiempo, tus energías y tus recursos?, ¿te ves dando amor y cuidados a tu bebé las 24 horas del día?, ¿te ves capaz de disfrutar con lo absorbente que es la maternidad, y lo duro que es ser responsable del bienestar y la salud de alguien que depende completamente de ti, sobre todo al principio?


5 ¿Qué tal se te da lo de madrugar tooodos los días?, ¿ y lo de dormir poco, muy poco o nada?, ¿te pone de mal humor estar con sueño todo el día?, ¿y a tu pareja?


6 ¿Te cuidas a ti misma?, ¿eres responsable con tu salud física, mental, emocional y psicológica?, ¿te ves con salud y estabilidad para cuidar de un ser pequeño e indefenso? 


7 ¿Cómo te vas a sentir cuando tengas que decirle no a las propuestas de todo el mundo, no a los mil proyectos en los que te habías embarcado, no a muchas cosas que te daban placer?, ¿cómo te sientes cuando estás recuperándote de un acontecimiento tan brutal y sientes que ya no vas a ser la misma?


8 ¿Y el bebé, cómo se va a sentir contigo?, ¿se va a sentir querido?, ¿cómo va a jugar, a revolcarse por el suelo, a tirarlo todo, cómo va a conseguir de ti lo que necesita?, ¿cómo va a aprender a comer, a sentarse, a gatear, a caminar, a hablar, y a ensayar su autonomía?, ¿contigo o sin ti?



9 ¿Te gusta jugar con bebés, te gustan los niños, eres capaz de pasar una tarde entera con un bebé y disfrutar?, ¿y a tu compañero/a? ¿Te gusta pasar tiempo al aire libre, te gusta ir todas las tardes al parque, te gustan las actividades de niños y niñas, como por ejemplo, los cumpleaños llenos de niños colmados de oxitocina y otras drogas duras que segregan sus excitados cerebros? Esta es una de las preguntas más importantes, porque mucha gente tiene niños y no les gustan los niños. Les parecen un coñazo los niños de los demás, y también los suyos cuando los tienen ellos. Les mantienen entretenidos porque no saben cómo interaccionar con ellos, les mantienen lejos de los espacios de adultos, les obligan a jugar solos porque a ellos no les apetece jugar ni tirarse al suelo durante horas.


10 ¿Estás preparada/o para convivir con virus, bacterias y hongos?, ¿asumes que pasarás gran parte del invierno luchando contra las enfermedades, vigilando fiebres fuertes, pendiente de la medicación, limpiando mocos y flemas, eliminando microbios, etc?, ¿Cómo te llevas con la caca, con la diarrea, con el pis, los vómitos, los pedos, la sangre de las heridas, los moratones, y los fluidos corporales de nuestro cuerpo, y de los cuerpos ajenos?


11 ¿Qué sientes leyendo artículos sobre la edad y la infertilidad, no es demasiada presión para que nos pongamos sin dilación a la tarea reproductiva? Hay una disparidad tremenda entre nuestra edad biológica, nuestra edad social, nuestras condiciones económicas y laborales que hace que plantearse un hijo sea una cuestión muy compleja de resolver. De ahí que nos presionen para que nos pongamos en mano de la tecnología reproductiva, un mercado muy exitoso y lucrativo.


12 ¿Cómo te afecta el que todas o casi todas tus amigas sean madres y tú no?, ¿cómo me ha afectado a nivel social y emocional que casi todas estén en un mundo que yo no comparto porque no tengo hijos?, ¿no poder hablar con ellas de series porque se quedan dormidas en cuanto pueden?, ¿cómo llevo las preguntas y las indirectas sobre si voy a ser madre o no?, ¿cómo influye esta pequeña pero constante presión en mi (no)deseo de tener hijxs?


13 ¿De verdad crees que tu trabajo, tu maternidad, tus parejas y tus pasiones son compatibles durante los primeros años de crianza?, ¿de verdad crees que tu vida va a ser más o menos igual que ahora?


14 ¿Merece la pena tener un bebé para que lo cuiden y lo disfruten otras personas? Si tienes que trabajar fuera de casa, ¿quién va a cuidar a tu bebé?, ¿tu madre, tu suegra, una nana, o lo llevarás a la guardería?, ¿estás psicológica y emocionalmente preparada para tener que irte cada día y dejarlo en manos de una mujer que cobra menos que tú por cuidar a tu bebé y que no puede cuidar el suyo? ¿Estás preparada para ver a tu bebé sufrir cada vez que te vas, y para intentar convencerte a ti misma que tu bebe no te necesita, sin conseguirlo?


15 ¿Estás preparada para que tu relación de pareja cambie, muera o se transforme en otra cosa?  Tu pareja puede verse fortalecida por este proyecto tan maravilloso que es tener bebés, pero también puede ocurrir que tengáis maneras diferentes de criar y educar, que haya choques, peleas, y momentos de mucha tensión, agravados por el cansancio y por los vaivenes hormonales que tenemos en el embarazo, el parto y el posparto. La actividad sexual puede desaparecer, disminuir o aumentar, y también puede transformarse, para bien o para mal. Hay gente que huye aterrorizada de la carga tan tremenda que supone cuidar a un ser humano bebé. Les pasa a los hombres casi siempre: entran en crisis, la paternidad les viene grande, no saben hacer tareas domésticas ni criar, y no saben pedir ayuda si lo necesitan.Por eso hay tantisimos hogares liderados por mujeres solas o por grupos de mujeres sin pareja que se unen para criar juntas.


16 ¿Eres muy maniática del orden o la limpieza? (Preparaté para el caos) ¿Qué espacios vas a perder en tu casa con la llegada del bebé? ¿En tu casa hay sitio para que tu bebé se mueva con libertad?, ¿hay espacio para una cuna, para un baúl de juguetes, para almacenar la ropa, para meter el carrito de paseo, para colgar la bañera del bebé, para el cambiador de pañales?


17 ¿Eres sensible a los ruidos y los gritos?, ¿estás preparada para el salvajismo infantil, para los momentos de euforia y felicidad intensa, para los berrinches y pataletas en medio del supermercado, para los gritos que acompañan inevitablemente los juegos infantiles?


18 ¿Tienes paciencia?, porque vas a necesitar toneladas mientras tu bebé aprende a comer, a caminar, a manipular objetos... y también vas a necesitar mucha paciencia cuando le expliques a tu bebé como funciona el mundo, cómo tiene que comportarse en público, cómo tiene que cumplir las normas básicas para interaccionar con los demás. Y lo mejor, verlo desobedecer y resistirse a esas normas que le imponen desde fuera.


19 ¿Quieres tener hijos porque crees que podrás hacer de tu hija o de tu hijo la persona que tú hubieras querido ser, por ejemplo, una prestigiosa pianista, o un futbolista millonarios? Olvídalo, los hijos no salen nunca como quisiéramos. Apúntate a piano o a fútbol y disfruta tú de tu pasión: tus hijas tendrán las suyas propias. Casi todos harán con sus vidas lo que les apetezca a ellos, no lo que te apetezca a ti.


20 ¿Quieres tener hijos pensando que así no estarás sola en tu vejez?, piensa en las residencias de ancianos y ancianas, y mira como esperan en la puerta la visita de los hijos y los nietos que nunca llegan a verlas. Así están las cosas: tener hijos o hijas no te salva de la soledad, ni del abandono de los tuyos.


21 ¿Crees que tener un bebé te unirá más a tu compañero?, ¿crees que se quedará siempre a tu vera sólo por que tengáis un hijo? Echa un vistazo a  las estadísticas de divorcio, y pregúntale a tus amigas que sean mamás, verás como suele ser justo todo lo contrario. Hay algunos hombres a los que les viene muy grande la paternidad, se agobian, o huyen. Sucede que las peleas aumentan casi siempre, debido al cansancio principalmente. Si no tienes un compañero comprometido, honesto, sincero y responsable, ni sueñes con la idea de que un hijo o una hija le van a hacer sentar la cabeza y le van a hacer madurar. Suele ser más bien lo contrario.


22 ¿Tu pareja tiene ganas realmente de ser papá o mamá?, ¿está implicada al cien por cien?, ¿sabe cocinar, lavar, doblar ropa, etc tan bien como tú?, ¿le ves preparado para cuidarte durante todo el postparto, para acompañarte en los momentos más duros, para asumir la crianza del bebé como una responsabilidad propia?, ¿crees que disfrutará con el bebé aunque sea muy cansado, o vivirá la paternidad como una carga a ratos insoportable?


23 ¿Cómo será la crianza a solas si te separas?, ¿cómo sería la separación?, ¿me quedaría yo con toda la carga y él un régimen de visitas, o custodia compartida?, ¿cómo se hace cuando tu bebé es muy pequeño y sigue lactando?, ¿cómo es sentirte hundida por tu proceso de separación, y tener que cuidar de un bebé alegre que te pide risas y caricias?


24 ¿Cómo imaginas a tu hijo/a?, ¿se te ha pasado por la cabeza que quizás no te guste su personalidad, ni su forma de ser?, ¿qué ocurre si se parece a tu suegro, a tu cuñado, a tu abuelo o a tu ex?, o peor aún, ¿y si es tan miedoso/cabezota/torpe/indisciplinada como tú?, ¿y si hereda tus peores defectos?


25 ¿Te imaginas tu parto?, ¿te imaginas la recuperación del parto o de la cesárea si todo va mal?, ¿te imaginas lo que se siente con una nueva vida en tus manos a la vez que un profundo cansancio y un dolor desgarrador en los pezones, en los puntos del coño o los de la panza durante dos meses, las 24 horas? ¿Cómo es no tener energías para cuidar a un ser humano que te necesita?


26 ¿Te imaginas la infancia de tu hijo o tu hija completa?, ¿crees que podrás darle la mejor de las infancias, que podrá jugar y moverse con libertad, que podrá sentirse querido, que podrá quererse a sí mismo?, ¿cómo te gustaría que fuese el día a día de tu hijo/a, y cómo te ves a ti misma en ese día a día?


27 ¿Cómo te llevas con los miedos?, ¿te imaginas la angustia que pasan algunas mujeres por los miedos que genera la incertidumbre del embarazo, el parto, el postparto y la crianza?, ¿sabrás aguantar todo el bombardeo que te lanzan sobre los abortos espontáneos de los 3 primeros meses, las malformaciones, los niños y niñas prematuros, los problemas en los partos, etc?, ¿y el bombardeo de los consejos que nunca pides y todo el mundo te da?, ¿y las insinuaciones sobre los peligros de tu modelo de crianza?


28 ¿Cómo vas a gestionar tus emociones cuando sientas ganas de tirar por la ventana a tu bebé y eso te haga sentir culpable, y los remordimientos te chupen las energías, y te sientas mala madre todo el rato?, ¿qué vas a hacer con el sentimiento de culpa cuando te sientas arrepentida de haber tenido un hijo o una hija?, ¿cómo te liberarías de las opiniones que todo el mundo emite sobre tu forma de maternar sin ningún tipo de pudor?.


29 ¿Estás preparada para cuidar a un bebé con problemas? Un bebé con malformaciones, con enfermedades, síndromes, trastornos o discapacidades. La tecnología y la medicina han avanzado mucho, pero a veces ocurre que los bebés vienen con problemas. Como el aborto terapéutico no existe en muchos países del mundo, y no hay ayudas sociales de ningún tipo, son muchas las mujeres que se ven condenadas a la pobreza cuando tienen bebés con discapacidades. En los países más ricos, las mujeres no estamos psicológicamente preparadas para cuidar a un ser que no es tan perfecto como lo soñamos.


30 ¿Sabes pedir ayuda cuando la necesitas a tu gente querida?, ¿a quién pedirías ayuda con la crianza de tu bebé cuando te das cuenta de pronto que sola no puedes?, ¿con quién crees que podrías contar?


31 ¿Tienes una red para criar, o vas a estar sola con el bebé?, es importante que te hagas esta pregunta. Porque para criar a un bebé se necesita una tribu entera, y nuestra sociedad es inhumana: separamos a los adultos de los ancianos, los enfermos y los niños, y pagamos salarios míseros a las mujeres que se encargan de cuidarlos. Si los cuidamos nosotras, necesitamos a nuestra gente: mientras tu das teta, alguien tiene que hacer la comida, limpiar y doblar ropa, limpiar platos, barrer el suelo, regar las plantas, comprar pañales, limpiar el baño, pasear al perro, y otros cuantos tienen que encargarse de traer recursos, o sea, dinero para poder comprar pañales, comida y ropa. Si no tienes gente con la que formar redes de apoyo y cuido mutuo, tendrás que pagar a alguien que te ayude a criar y a limpiar para tu poder ganar dinero con el que pagar esa ayuda, y para llenar la nevera.


32 ¿Cómo va a ser la vida de la persona que se encargue de pasar la mayor parte de su tiempo con tu hijo/a? Si es tu madre o la madre de tu pareja, es importante ponerse a pensar: ¿tiene energías, tiene amor, tiene tiempo libre y salud para poder cuidar a tu bebé como lo harías tú?, ¿es justo pedirle a alguien que ya cuidó y crió sus hijos, que se ponga al final de su vida a criarte los tuyos?, ¿qué haría tu madre en lugar de cuidar a su nieta, qué le gustaría estar haciendo?, ¿cómo te sientes cuando le pides que sea la madre sustituta para que tú puedas vivir todas las dimensiones de tu ser, y para que la maternidad sea una cosa más entre tantas otras en tu vida?


33 Hacer un listado de mis deseos, y de los deseos de los demás, las exigencias sociales, los mandatos de género. Y ver en qué lugar está la maternidad, si en mis deseos o en los deseos de los demás.


34 ¿Por qué tiene hijos la gente, para qué?, ¿conoces gente que sería más feliz si no hubiese tenido hijos?


35 ¿Tienes ganas de cambiar radicalmente de vida, vivir emociones fortísimas, situaciones desbordantes, momentos de intensa alegría e intensa angustia, vivir entre abrazos, besos y risas, tienes ganas de vivir experiencias extremas?  


36 Describe brevemente cómo sería tu vida sin hijos ni hijas. ¿Cómo te ves, qué andarías haciendo, a qué dedicarías tu tiempo y tus energías? ¿Cómo sería estar con tu pareja sin tener bebés?


37 Describe brevemente cómo sería tu vida con una hija, varios hijos, ¿cómo te ves?


38 Cierra los ojos e imagina el día que tu bebé es mayor y se va de casa, ¿cómo te ves? ¿moviendo cajas o llorando como una magdalena?, ¿tratando de retenerlo o dándole alas para volar?. ¿Qué vas a hacer ahora con tu vida, cuando tu hijo e hijos se hayan independizado todos, cómo te ves?


39 ¿No está la maternidad un poquito mitificada en el imaginario colectivo?, ¿es real el paraíso que nos venden a las mujeres?, ¿de verdad es tan divertida, tierna y maravillosa la tarea de ser mamá?, ¿están tus amigas mamás felices y maravilladas, o se quejan mucho?, ¿por qué casi siempre somos nosotras las que cargamos con todo el peso de la crianza y las tareas domésticas, a menudo solas y sin apoyos?, ¿por que casi ningún país facilita la conciliación?, ¿por qué nos piden que tengamos hijas e hijos y luego nos dejan tiradas, luchando contra la crueldad del mercado laboral?


40 Enumera tus pasiones, enumera tu lista de afectos, ¿cómo te influye sobre tus dudas acerca de la maternidad?


Si después de leer y contestar a todas estas preguntas siguieses con ganas de tener un bebé, ¿qué crees que necesitarías para poder maternar como tú quisieras?,

Y otras preguntas prácticas: ¿cómo conseguir las condiciones en las que quisieras ser madre?, ¿tienes que hacer muchos cambios en tu vida para ello, te apetece pasar a otra etapa de tu vida?, ¿cómo te imaginas a ti misma de mamá en una sociedad pro-mamás, pro-niñas y por-niños, qué tipo de mamá te gustaría ser?, ¿qué vas a hacer para disfrutar de la crianza?, ¿no se necesita un puntito de locura para dar el Gran Paso?, ¿qué ganas tienes de cometer una locura?

¡Feliz viaje a todas, sea cual sea vuestra decisión!


Coral Herrera Gómez

6 de octubre de 2017

Los que más se pelean, no son los que más se desean



“Los que más se pelean, (no) son los que más se desean”: hay gente que disfruta mucho peleando y sumergiéndose en la violencia pasional, pero es un desperdicio estar mal años de tu vida, con lo corta que es, entre llantos, conflictos, gritos, escenas de celos, insultos, palabras que hieren… . Tenemos que dejar atrás las guerras románticas, apostar por la alegría y el disfrute en el amor, y cambiar la perspectiva. Por ejemplo: los que comparten orgasmos y risas son los que más se desean. No rima, pero suena infinitamente mejor".

Coral Herrera Gómez

#DesmontandoElAmorRomántico

El Amor no es para siempre




El amor (no) es para siempre: dura lo que dura. Algunos amores duran veinte años, otros dos meses, otros dos días… por eso hay que saborear  el presente, y no trasladar tu mente al futuro incierto: la plenitud está en el momento que estamos viviendo, amar es estar presente, parar los relojes, disfrutar del  aquí y del ahora.

Coral Herrera Gómez 

#DesmontandoElAmorRomántico


Quien bien te quiere, no te hará llorar





“Quien bien te quiere, (no) te hará llorar”: no es cierto que cuando alguien te hace daño es porque te quiere mucho y le importas, no es cierto que quien te trata mal es por tu bien. Si alguien te quiere y te hace llorar es porque no sabe quererte bien ni tiene herramientas para disfrutarte sin dominarte. Es hora de romper la unión entre amor y sufrimiento: es posible (y aconsejable) disfrutar de la vida sin tragedias". 

Coral Herrera Gómez  

#DesmontandoElAmorRomántico

3 de octubre de 2017

¿Por qué no he dejado ya esta relación que no me hace feliz?




Mujeres de diferentes países contestaron a este hilo en mi perfil de facebook para aportar a la reflexión colectiva sobre por qué nos quedamos en relaciones en las que no nos quieren y no nos cuidan. ¿Será por qué seguimos creyendo que algo puede cambiar, por que nos conformamos con migajas, por que seguimos esperando el milagro romántico?

En Facebook pueden ver todas las respuestas, aquí he seleccionado algunas: 

Anabel: "Yo creo que nos creemos el mito de "ya cambiará" o peor aún "ya lo cambiaré YO"


Cristina: "Marcela Lagarde decía que las mujeres aguantamos mucho mejor el desamor que la falta de alguien a quien amar. Soportamos mejor estar con alguien que no nos ame pero al que puedes amar que no tener a nadie. Hay que reflexionar sobre esto".


María: "Es el terrible amor romántico que hace creer que él si me puede querer más, que es posible "salvarlo" de su incapacidad para amar y disfrutar, que le quiero tanto que puedo transformarlo, y la dificultad para reconocer que sola estoy mejor" 


Pilar: "El bombardeo machista que recibimos desde chicas, tanto en la familia como en las películas, libros,etc: el amor es sufrimiento, debemos cuidar de los otros y ayudar de los otros, que ya van a cambiar, debemos sacrificarnos por el bien social, no podemos sobrevivir sin un hombre que nos "proteja", no valemos sin un hombre socialmente, etc. Estamos más pendiente de tener a pareja o a mantener la pareja o vínculo afectivo a cualquier precio que de desarrollar todo nuestro potencial, todos nuestros sueños. No nos enseñan a decir NO, a que en las relaciones tiene que haber reciprocidad, respeto, cariño, y que está bien no aceptar menos, a que no somos egoístas ni menos mujer por eso. Hay que empezar a ejercer una libertad individual plena con vínculos correspondidos y no tener esa "necesidad" de compañía que nos hace estar con alguien a cualquier precio".


Alejandra: "La intoxicante idea del amor romántico, esa que te enseñan desde chiquita. Estuve dentro de una montaña rusa de emociones por años, todo era tan adictivo. Eso aderezado con la falta de amor propio, la nula capacidad de poner límites y la tendencia a imaginarme hombres como príncipes de cuento. 

El feminismo fue mi salvación".

Adriana: "Me parece que como mujeres nos han enseñado, y hemos aprendido, a amar sin importar que nos amen. Sentimos que es nuestro deber, pocas veces nos importa la reciprocidad convirtiéndonos en "mártires del amor" así como en las novelas y películas que consumimos. Además de que suele existir cierta dependencia a la pareja ya sea económica o emocional. Necesitamos construirnos una bonita soledad".

Sabrina: "El tema de la dependencia emocional es una de las grandes epidemias que sufrimos las mujeres. Como ha dicho una compañera, es como una adicción. Estaría bien crear una Unidad de Conductas Adictivas Emocionales para tratarlas"


Ana Lucía: "A menudo, porque la vida cotidiana se siente monótona, la máxima aventura consiste en inventarse un melodrama. Hasta que uno descubre lo bien que es... estar bien".

Alm: "Por jugar al poder y al deseo . Y GANAR"

Ali N. Kioux: "en la mala relación me quedé porque esperaba que mejorara, que él al conocerme mejor se "diera cuenta" de "cuánto valgo" o "de el amor tan grande que le tenía" o que "nadie lo iba a querer como yo" -y sí,cuando lo escribes suena taaaan idiota".

Vero: "En mi caso es un miedo irracional, no lo comprendo, se estar sola, hago muchas cosas un me gustan. Y no logró explicar ese miedo-angustia que me origina pensar en la separación".

Paqui: "Yo creo que permanecemos en ese tipo de relaciones principalmente, fue mi caso y ahora lo veo, por falta de amor a nosotras mismas, miedo a la soledad, por nuestras creencias de que para ser "felices" tenemos q estar con esa persona o en pareja sí o sí, lo de felices lo pongo entre comillas porque es lo que creemos, yo soy mucho más feliz y sobre todo estoy mucho más tranquila desde que tomé las riendas de mi vida y desde que me conozco más a mi misma y sé que no es imprescindible nadie para vivir nada más que tú misma, y amarte, amarte mucho y después vendrá lo que tenga que venir, no esperar que por tener una relación nos vayan a salvar de todas nuestras carencias y miserias, esas las tenemos que sanar nosotras mismas!! Feliz presente!!

Adaliz: "La tonta idea de que el "amor" lo puede cambiar, y de que cuando vea todo lo que sacrifico me amará de igual manera, como tanto lo he esperado viví 5 años así. Queriendo llenar todas sus expectativas, siendo humillada, muy lejos de quien era yo realmente, y sabía que no podía seguir así pero no tenía el valor de irme, era una dependencia emocional más que otra cosa. Los planes, si bien por momento los amaba, en algunos breves lapsos de lucidez me decía a mi misma que no podía soportar eso más, que yo no nací solo para ser una novia o esposa sumisa. Yo siempre fui una persona muy alegre, sin embargo, en aquellos días andaba triste o de mal humor casi siempre, no tenía el control de mis emociones ni mis decisiones, todo se lo relegué a él".

Alejandra J: "Después de años de sufrimiento, de terapia, de fortalecer mi autoestima puedo irme de relaciones que me hieren o donde no me siento amada y correspondida y mantengo la idea de que las mujeres que tienen pareja la tienen porque aguantan un sin número de violencias, de desamor. A la fecha cuando me voy de relaciones así, sigo lamentándome haberme ido "no haber aguantado", "no haber sido perfecta", "no haber estado incondicionalmente", aún me llego a sentir sola, desamparada, sin protección y apoyo a pesar de que he salido adelante sin figuras masculinas en mi vida, sigo arrastrando el pesar, la culpa, el vacío de no "haber logrado" retener a un hombre y que quiera casarse conmigo".


Yael: "Cada día me doy más cuenta de que no va a parar la violencia de género si no se reeduca al género masculino. Nosotras nos empoderamos y nos concientizamos, luchamos por nuestras vidas y nuestros derechos. Pero la mitad de la población son hombres y es con ellos con quiénes tenemos que relacionarnos desde el amor y a la vez lamentablemente de quiénes tenemos que defendernos. Entonces creo que hay que multiplicar los espacios de pedagogía antipatriarcal para los hombres. Porque sólo si ellos trabajan su masculinidad separandola de la violencia y la opresión, podremos ser libres y también amarnos".

Llano: "Entiendo que cuando se quiere cambiar a una persona es mal asunto, mejor cambiemos nosotros mismos. No hay que cambiar cómo somos, sino empezar a contemplar las cosas del otro de forma diferente, aceptándolo si se puede y si no, pues con valentía acabar esa relación. Quienes somos para pretender cambiar a los demás? Recordemos que acoplarnos a un proyecto de vida con alguien no significa que cambiemos para dejar de ser quienes somos"

Diana: "Eso me pregunté yo muchas veces y cuando tuve clara la respuesta me dediqué a trabajar esa respuesta y luego me separé. Tardé 4 años pero lo hice y hoy estoy muy orgullosa de mi. No abandoné antes por sentir q yo no era capaz de hacerme la vida sola. Era un miedo irracional inculcado culturalmente. Mi hija me dijo un día: si eres tú quien está sosteniendo esta familia incluido él!! Pensé largo y tendido y me di cuenta q era cierto. Me fui desprendiendo de mi dependencia. Dejé de retocar la realidad y afrontar la verdad. Yo era un buen instrumento para su bienestar pero no me quería y si alguna vez lo hizo me quiso mal. Luché por la relación incluso dejando de ser yo quien era pero nada sirvió. 
Hoy, soy muy feliz conmigo misma. He tenido varias relaciones fallidas porque en ellas fui rechazando lo q se repetía de nuevo. Yo escogía ese tipo d relaciones. Me " encerré un año" para depurar aquello q me llevaba a escoger tan mal y lo conseguí. Hoy estoy empezando una relación con un hombre q se relaciona de otra manera y es maravillosa la sensación q me da esta relación. Yo soy libre en ella y por primera vez siento q me quieren bien, q me quiere a mi y no lo q pudiera yo representar. Pensé que nunca pasaría y eso me entristecía mucho pero lo asumía. No renunciaré nunca a mi libertad, a la libertad de ser quien soy nunca más. Un beso a todas"

Ligia: "Yo en lo que creo es que si somos adultas y nos damos cuenta de lo mal que andamos con respecto al tema del amor, el primer paso es reconocer esas limitaciones y empezar a ver de lo vivido qué es rescatable para seguir apoyándome en eso positivo y todo lo que vea que no ayuda, tener la fuerza para empezar a trabajarlo ello tiene implicaciones y este espacio de compartir desde la apertura de reconstruirnos es muy importante".

Elsita: "El mandato social indicó durante años que "el amor duele", sí vimos miles de novelas donde la protagonista sufría y sufría hasta que en el último capítulo se casaba vestida de blanco con su gran amor! Triunfante... Esas porquerías han ido penetrando en nuestras cabezas desde pequeñas, quién no escuchó alguna vez a una madre pedirle a la hija que tenga "paciencia" que se comporte como "debe comportarse una señorita"... Esperar como la Cenicienta la llegada del Príncipe y si se trata de un bravucon convertirse en la Bella que calma a la Bestia... Necesitamos entre todas deconstruir esos relatos que nos tildan de "media persona" si no hemos encontrado aquella persona que nos complete.. Es larguísimo el debate y muy enriquecedor! "Derribemos la prisión que han creado para nuestras mentes" Abrazos desde Neuquén- Argentina"



Sandra: "En mi caso, y después de 12 años de haber dejado esa relación, he reconocido que había muchos miedos, y no precisamente a estar sola. Miedo a las reacciones pasivo-agresivas o abiertamente agresivas cuando les dices que esto no puede seguir así, miedo al chantaje emocional que viene cuando dices que quieres dejarlo, miedo a que me atrape de nuevo con la enésima luna de miel tras hablar sobre separarnos. Miedo a no poder pagar sola la hipoteca, a que tratar de separarte te tenga 10 años más atada con el piso que no quiere vender (como efectivamente fué en mi caso). Miedo a que lxs demás te bajen del pedestal de mujer inteligente e independiente por tener todos estos miedos y lo etiqueten como un FRACASO, del que "hay que REHACERSE", en lugar de una liberación de la soga que te asfixia... Visto así, mujeres, separarse de las relaciones que no te aman, que no te desean todo lo mejor y no te animan a recorrer tus propios caminos, son todo ventajas".

Lluvia: "Yo creo que una de las principales razones es que pensamos que la situación puede cambiar, que con el tiempo el cariño será mutuo, que esa persona se implicará tanto como lo hacemos y tendrá con el tiempo cada vez más interés, hasta que llegue el día en que ambos seáis un equipo. Por el momento sigues escuchando que le agobias por querer verle cuando llega el fin de semana (algún día), que no le presiones si le has visto el anterior, pero eso tal vez algún día deje de ser así (piensas). Creo que es la esperanza lo que nos mueve a seguir aguantando".


Mi contribución al hilo fue: "Nos quedamos porque vivimos en un mundo hecho por y para las parejas en el que estar soltera es sinónimo de ser una fracasada. Las rupturas se viven como un fracaso: no has tenido paciencia, no has sabido cambiarle, no has aguantado nada, no has podido retenerle a tu lado... La presión social es muy fuerte, especialmente cuando somos nosotras las que ponemos fin a una relación. Somos siempre las malas, especialmente si nuestra pareja es una buena persona que no nos pega ni nos viola: todo el mundo pregunta por qué dejaste de quererle, como si el único motivo para dejar de querer a alguien fuese la violencia. 


Creo que además muchas de nosotras esperamos el milagro romántico con el que lloramos de emoción en las películas. Esperamos a que suceda algo mágico que le cambie a él y le convierta en un príncipe azul, esperamos que en algún momento él se de cuenta de lo mucho que valemos y lo mucho que merecemos ser amadas. Esperamos, esperamos, y se nos va la vida esperando a que suceda el milagro. Las mujeres de los cuentos poseen toneladas de paciencia: la principal virtud de una princesa es capacidad para quedarse quieta y esperar, como la Bella Durmiente que esperó cien años a que la salvase un príncipe azul. Nos quedamos en las relaciones que no somos felices porque nos auto-engañamos y nos auto-boicoteamos: creemos que no nos merecemos nada mejor, que nadie nos va a amar, que es mejor que te traten mal a que no te traten.

Nos creemos también un poco salvadoras: "Yo le enseñaré a amar, le haré creer en el amor, ablandaré su corazón, le haré madurar, le curaré todas sus heridas, le enseñaré el camino hacia la felicidad". Ahí es donde nosotras nos sentimos importantes, queremos ser imprescindibles, y queremos creer que algún día nos recompensarán por nuestra entrega y nuestra sumisión. 


Luego además está la falta de autoestima y el exceso de Ego: necesitamos que alguien nos ame, nos quiera, y nos desee, y si no lo logramos, mendigamos las migajas del amor o exigimos reciprocidad con lluvias de reproches cargados de amargura y resentimiento porque no nos aman como quisiéramos. Cuanto más amor necesitamos, más vulnerables y dependientes somos. Por eso es tan importante amar sin necesidad, amar desde la libertad, y cortar las relaciones cuando no funcionan. Lo que nos hace daño es seguir en ellas durante meses y años".  


Podéis seguir aportando con vuestras experiencias, opiniones, reflexiones en el hilo de mi perfil de facebook

¡muchísimas gracias a todas por vuestra generosidad y vuestros aportes! Seguimos desmontando, despatriarcalizando, desmitificando, y trabajandonos el amor, 




Coral Herrera


2 de octubre de 2017

Tú que tanto amas España


Tú que tanto amas España, no guardes la bandera: es el momento de demostrar tu amor por la patria, es la hora de liberar a España de la Mafia, de salir a las calles a pedir la dimisión del Gobierno, de empezar (por fin) a defender el patrimonio y los intereses del pueblo español. 

Tú que tanto amas tu país, ahora que estás tan encendido, es el momento de parar el aumento de la pobreza y la desnutrición infantil. Tu amor por España tiene que servir para liberarla de la violencia policial, de la ley mordaza, de los desahucios, de los obscenos salarios, de las espantosas condiciones en las que tienen que trabajar los españoles para enriquecer a cuatro empresarios multimillonarios que no pagan impuestos. Este es el momento de demostrar que amas tanto a España que no vas a consentir que todos los que quieren romper España queden impunes y se lleven el dinero a Suiza, que regalen nuestras escuelas y hospitales de todos nosotros a sus amigos, que recorten las ayudas sociales, que encarcelen a tus compatriotas por hacer chistes, que los violentos maten a las mujeres españolas en sus casas, y que los curas sigan violando niños españoles con total impunidad.
Tú que tanto amas a España, es el momento de protegerla de los ladrones y corruptos a los que tanto admiras y a los que votas convencido de que es mucho mejor tener fascistas en el Gobierno a tener «rojos».
Tú que tanto amas España, no guardes tu bandera, que hay que protegerla de la organización criminal que la gobierna.

Coral Herrera

1 de octubre de 2017

La renta básica, las mujeres y el amor

Ilustración de la Señora Milton

¿Qué ocurriría en un país en el que se aprobase una renta básica de 2.500 euros al mes para todos y todas?, ¿qué cambios sociales, políticos, económicos, culturales, emocionales y sexuales implicaría en las vidas de las mujeres?
¿Cómo sería el amor en un mundo de mujeres libres y autónomas? Amor y Renta Básica, una utopía feminista en mi nuevo post para Pikara Magazine. Es el más loco que he escrito en mi vida. No se imaginan cómo disfruté escribiéndolo, fue un placer imaginar un mundo en el que las mujeres no dependemos de los hombres, ni económica, ni laboral, ni emocionalmente. Un mundo en el que tendríamos todas más tiempo para nuestros proyectos, para nuestros sueños, para los afectos y los cuidados, para vivir el amor desde la libertad, no desde la necesidad. Ay, pero qué delicioso es soñar con otros mundos posibles.

Acompáñenme a soñar una utopía feminista, y lean mi nuevo post en la revista Pikara Magazine. 

30 de septiembre de 2017

Si tú te liberas del mandato "sufrirás por amor", nos liberamos todas. Gracias, compañera.


Hoy te atreviste a romper tus cadenas después de varios meses sufriendo en una relación que ya no era de amor. Estuvimos acompañándote y acuerpandote entre todas, viendo como dudabas, como cogías fuerzas poco a poco, respetando tus tiempos, sosteniéndote cuando te venías a abajo, y escuchándote cuando necesitabas desahogarte. Y hoy diste el paso, lo hiciste, hablaste claro y alto y te dijiste a tí misma: prefiero estar sola a estar mal acompañada. Ya no más sufrir por amor: te has liberado, y nos ha liberado a todas.

Nos has enviado un audio alucinante para contarnos de su liberación, y se nos han saltado las lágrimas al escuchar tu voz emocionada y tu llanto. Hay alegría, hay miedo, hay mucha pena, y un profundo dolor en tu voz, pero también hay muchas ganas de vivir, de pasar a otra etapa, de empezar de cero, de mirar con ilusión el futuro. Y es contagioso: todas las compañeras del Laboratorio del Amor nos sentimos felices de haber podido acompañarte, y de sentir que es posible sufrir menos, y disfrutar más del amor.

Cada vez que una de nosotras se rebela contra el mandato patriarcal "sufrirás por amor", todas las demás damos un paso hacia delante. Cada vez que una de nosotras decide romper una relación en la que no se siente bien cuidada, bien amada, bien querida, bien tratada, las demás nos liberamos con ella. Porque lo romántico es político, y cada vez somos más las mujeres que estamos haciendo un trabajo inmenso a nivel personal y colectivo para liberarnos del patriarcado.

Lo que has hecho hoy, poner fin a una relación que te hacía daño y te chupaba las energías y el tiempo, nos ha ayudado a todas. Porque vos sos el ejemplo de que podemos salir de relaciones que nos hacen daño, y de que podemos acabar con la dependencia emocional que nos subordina y nos mantiene sumisas a un hombre que no nos trata bien. Con tu decisión, nos damos cuenta de nuevo de que podemos tomar decisiones sensatas que nos beneficien a nosotras y a todas las demás, podemos disfrutar del amor de nuestros seres queridos y así no sentirnos solas jamás. Podemos elegir con quien queremos estar, cuánto tiempo y en qué condiciones, podemos elaborar pactos con nosotras mismas y cumplirnos, podemos cuidarnos, escucharnos, protegernos y querernos a nosotras mismas. Podemos irnos cuando nos hacen daño, podemos gritar basta cuando ya no le vemos sentido a vivir sufriendo por amor. Podemos ayudar a las demás en el proceso de empoderamiento frente a los mandatos del amor romántico que nos quiere de rodillas, sufridoras, sumisas, masoquistas. Podemos ser la mujer que nos de la gana de ser: podemos construir nuestra identidad femenina rebelandonos a los estereotipos, los roles y los mandatos de género, podemos desmitificar el amor romántico y reinventarlo. Podemos fabricar nuestras propias herramientas para gestionar nuestras emociones, para superar los duelos, para aprender a cuidarnos, para elegir las mejores compañías.

Me siento muy orgullosa de esta comunidad de mujeres tan diversas: jamás pensé que podría ser tan maravilloso trabajar juntas en el proceso de despatriarcalizar y desmitificar el amor. Es tan hermoso sentirnos escuchadas sin ser juzgadas, animarnos unas a otras, darnos buenos consejos, y acompañarnos las unas a las otras desde puntos tan lejanos del planeta. Poco a poco, nuestro trabajo colectivo va dando sus frutos, y esto nos empodera a todas porque nos hace pensar que podemos soñar con otras maneras de amar, y que realmente otras formas de quererse son posibles.

Gracias, amora, por compartir este proceso de liberación con nosotras, y por demostrarnos que aunque no es fácil llevar la teoría a la práctica, es posible transformar nuestras vidas y el mundo que habitamos. Habrá momentos muy difíciles a partir de ahora, pero estamos contigo para sostenerte y acompañarte en todo el proceso. El paso más duro ya lo has dado: ahora tienes delante un folio en blanco para pintarlos con los colores que desees, tienes dentro de ti muchas ganas de vivir, y tienes alrededor mucha gente que te quiere y te apoya.

¡Te mandamos un abrazo todas las compañeras del Laboratorio, gracias por atreverte a ser feliz!

26 de septiembre de 2017

Mejor sola que mal acompañada




Solas no estamos nunca, tenemos un montón de gente que nos quiere. No tener pareja(s) no es un fracaso: el fracaso es estar con alguien que no te quiere bien, que no te trata bien, que te hace sufrir. El fracaso es estar en una relación que no funciona y que no te hace sentir bien. Siempre se está mejor soltera y rodeada del amor de tu gente querida, que en una relación de pareja que no te hace feliz.
Coral Herrera Gómez

18 de septiembre de 2017

En el centro, los cuidados.

Poner en el centro los cuidados. No concibo tener un bebé para que lo cuiden otras mujeres y pagarles menos de lo que me pagan a mí, cuando debería ser al revés: las cuidadoras deberían ganar mucho más que yo porque cuidar es uno de los trabajos más hermosos y duros del mundo. Estoy disfrutando mucho de la crianza, aunque está siendo bien dura porque estoy muy lejos de mi familia y mi tribu, y estoy criando a solas con mi compañero, lo que hace que sea más difícil compatibilizar mi trabajo con la maternidad. 

Me he pasado muchos años trabajando muy duro para consolidar mi trayectoria profesional, y ahora que me llueven las ofertas de trabajo para viajar por el mundo dando conferencias y talleres, pues no puedo decir que sí a todas, especialmente las que requieren de muchas horas de viaje en avión, tren, bus, etc. Esto me genera emociones contrapuestas, porque por un lado me apasiona mi trabajo, y por otro tengo claro que lo primero ahora para mí es mi compromiso con la maternidad y la crianza, esto es el centro de mi ética y mi praxis feminista.Lo asumí así cuando hace años tuve que aplazar la elaboración de mi tesis doctoral para cuidar a mis abuelos y acompañarlos en el último año de su vida, hasta la muerte. Fue una experiencia muy dura, pero crecí muchísimo como persona y ellos se sintieron muy acompañados, y yo sentí que les había devuelto todo el amor y los cuidados que me dieron ellos a mí todos los veranos y navidades de mi infancia. Me pareció lo justo: ellos me cuidaron, ahora me toca a mí cuidarlos. 

Ahora estoy en un momento de mi vida parecido, porque la maternidad me exige muchas energías y mucho tiempo. A Gael le doy teta a demanda y no puedo separarme muchas horas de él, así que cuando me invitan de universidades u organizaciones feministas a dar conferencias y talleres sólo tengo tres opciones: o me lo llevo, o voy y vengo como un rayo veloz, o no puedo ir. Sé que es una etapa en la vida y que en la medida en que Gael vaya adquiriendo autonomía, yo recuperaré la mía, poco a poco. 


Pero de momento, pues tendré que decir que no a invitaciones maravillosas como las que me hacen últimamente, aunque me encanta viajar, compartir mis conocimientos, aprender cosas nuevas, generar espacios de empoderamiento feminista, repensar colectivamente las emociones y las relaciones amorosas... Me siento privilegiada por ambas cosas: por el trabajo que tengo, y por poder cuidar de mi bebé, aunque ambas no sean fácilmente compatibles. 

Y como no son compatibles, para sentirme honesta y coherente con mi teoría, mis escritos, mis conferencias, pongo en el centro de mi vida los cuidados, que para mí constituyen el epicentro de la transformación radical de este mundo que habitamos.

Coral Herrera Gómez Blog

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